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miércoles, 17 de septiembre de 2014

La Conciencia de No Pertenencia


Carta del Gran Jefe Seatlle

El Gran Jefe Blanco de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras. Pero, ¿cómo es posible comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Nosotros no comprendemos esta idea. Si no somos dueños de la frescura del aire, ni del reflejo del agua, ¿cómo podréis comprarlos?
El Gran Jefe Blanco de Washington nos envía también palabras de amistad y de buena voluntad. Esto es muy amable por su parte, pues sabemos que él no necesita de nuestra amistad. Sin embargo nosotros meditaremos su oferta, pues sabemos que si no vendemos vendrán seguramente hombres blancos armados y nos quitarán nuestras tierras.
Nosotros tomaremos una decisión. El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en lo que diga el Jefe Seatlle, con tanta seguridad como en el transcurrir de las estaciones del año. Mis palabras son como las estrellas, que nunca tienen ocaso.

martes, 16 de septiembre de 2014

Tu Plan de Vida : Repasando el ciclo de existencia.

Amigos, después de un largo silencio he vuelto a estar presente  y  aquí les copio un artículo que me parece muy interesantemas ahora cuando algunos  científicos están aceptando la vida después de la vida.  Cada uno de nosotros puede estar de acuerdo o no con todo o parte de este documento, pero en el fondo aquí está la respuesta a las preguntas que  muchos de nosotros nos hemos hecho siempre. Esta es una reflexión que une todas las corrientes de pensamientos y le da cauce y sentido.
Espero llegue a vuestros corazones.
Megg


Nacemos y vivimos conscientes que moriremos. Interiormente vivimos negando nuestra muerte porque nuestra mente programada se niega a creerlo y nos abrazamos a cualquier religión que nos diga que resucitaremos o que vendrá alguien y nos salvara de esa ineludible cita. Esto no es más que un engaño y engañándonos entramos en una espiral de miedo sin fin, la cual, tan solo la idea de dejar de existir nos creara más y más miedo, un falso miedo por supuesto. Desde los breves instantes de ver por primera vez el mundo, nos etiquetan, nos dan un nombre y apellidos, cuantos mas mejor, nos dan una pertenencia familiar o tribal, una filiación numérica y según crecemos nos van sumando identidades, locales, regionales, nacionales y continentales, asumimos todos esos roles y añadimos otros complementarios, religión, filiación política, cultural e identidad racial en algunos casos.

Nos las inculcan y se aseguran de que nos quede claro, que somos quienes somos y que pertenecemos a quien pertenecemos y que salir de ese rol no solo es imposible, si no que, no es recomendable, se nos confunde y se nos apega a cosas sin valor, dinero, casa, coche, trabajo, estatus. Nada de esto otorga ningún tipo de valor y nada de esto puede ser transportado tras la muerte física, pero no nos permiten hacernos a la idea de lo contrario y seguimos girando en este engranaje y lo llevamos hasta las últimas consecuencias.

El inicio....

 

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