Ser una persona espiritual, es caminar por la vía de la paz.
Solo la vía de la paz, nos conduce sin lugar a dudas hacia nuestro origen.
Nuestro origen, es nuestra verdad original
y la encontramos en nuestro corazón.
Al conocer el arte de la paz, estamos entrando a la cultura del amor, a la cultura del respeto, a la cultura de la reconciliación.
La antorcha de la paz se enciende en los lugares donde cada individuo obtiene conciencia de quien es y del mundo en que le rodea.
Caminar por el mundo, haciendo la paz, es nuestro propósito en esta nueva cultura.
Solo la paz nos puede dar un mundo mejor, solo con la paz, podemos construir un mundo mejor.
Los hombres que saben hacer la paz,