Cuando finalmente entremos en nuestro próximo destino del tiempo, todos pareceremos estar atascados en el semáforo del yo, esperando que la luz cambie a verde. Cruzando los dedos, conteniendo el aliento, esperamos al margen que el universo nos dé la señal de avanzar. Nos detenemos sólo para pulir nuestros deseos, nuestras carencias y nuestras necesidades, buscamos constantemente la señal, la escritura en el cielo que diga: “Todo bien, el agua es segura pueden entrar, ahora pueden cruzar la calle de su vida hacia la siguiente fase de su viaje.” ¿Acabamos de pasar por eso con el asteroide y el meteorito?
¡Esperamos ansiosamente lo que en lo profundo de las
¡Esperamos ansiosamente lo que en lo profundo de las