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martes, 17 de noviembre de 2015

LA DOCTRINA SUPREMA- Extracto



Traducido y extractado por Carmen Bustos deH. Benoit.- 
La Doctrine Suprême.- Le Courrier du Livre./ Imagenes tomadas de la web.





Atención Temporal y Atención Total

El Ser se realizará en mí en la medida, en que yo cese de pretender, por mis actitudes interiores, que lo soy ya, que mi aspecto temporal es divino. Cuando me observo, veo que tiendo sin cesar, con todo lo que soy, a modificar mi situación temporal. Que tienda a ello es perfectamente legítimo, es el juego incesante y normal del principio conciliador natural que suscita todos mis impulsos naturales. Lo que no es normal en mí, que soy hombre y no animal, es tender hacía esta modificación de mi situación temporal con todo lo que yo soy .

En efecto, tengo en mí, al lado de la tendencia a ser temporalmente, la tendencia a ser nada más, a ser sin límites, de una manera absoluta. La primera tendencia es limitada, la segunda prolonga la primera al infinito. Cuando la tendencia a ser absolutamente se ejerce también en el sentido de la modificación de mi situación temporal, ella se descarría, cae en la trampa de la ilusión de los sentidos, comete el pecado original.

miércoles, 24 de octubre de 2012

EMOCION EN LA PROFUNDIDAD DEL ALMA

¿Cuándo el alma llora? ¿Que es lo que  se siente durante los episodios de pena mas profunda? ¿Es nuestro yo interior el que se expresa, o es la conjunción del espíritu y la materia …o es solo la materia?

Cuando se navega a la profundidad de nuestro ser, cuando viajamos al interior de nuestro corazón humano, ¿vemos que está vacío, oscuro o lleno de energía y de luz?
Puede ser que involucionamos al llorar  y nuestro arco del alma se debilita porque disminuye nuestra vibración.

La intensidad del sentimiento que nos aqueja  y la emoción que  nos domina, permite que el ego  re-cree su sentido de individualidad y de autonomía sobre el espíritu, por tanto, domine sobre nuestra naturaleza humana  y terrestre. 
De esta manera cuando emergemos de las  profundidades de la tristeza  sentimos  liberación, descanso y tranquilidad.
Ya no estamos presos de la emoción, dejamos atrás lo que llamamos llanto del alma  y nos regocijamos en la tibieza de nuestro ser superior.

Megg

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