Tiempo de ampliar límites: porque ya es tiempo de saber y entender lo que siempre ha estado fuera de nuestro tiempo, de nuestra realidad terrenal, les copio información de las Escuelas Iniciáticas, ...porque ya es tiempo de saber y entender.
JERARQUÍAS ESPIRITUALES
Como todos sabemos solo existe un TODO, el cual está
presente en toda parte de vida. Todo ser viviente, se mueve, respira y tiene su
ser en el mismo cuerpo, inteligencia y amor de DIOS en todo momento.
Como todos sabemos solo existe un TODO, el cual está
presente en toda parte de vida. Todo ser viviente, se mueve, respira y tiene su
ser en el mismo cuerpo, inteligencia y amor de DIOS en todo momento.
En nuestro planeta tierra existimos aproximadamente siete mil millones de personas que lo utilizamos como salón de
escuela. Y si miramos el cielo lleno de estrellas, la infinita variedad del
reino vegetal pleno de majestuosos árboles y humildes hierbas, así mismo la
maravilla del reino animal poblando nuestros aires, aguas y suelos, todo ello
está sujeto a un orden armónico que nos habla de una organización, de una
jerarquía que dirige y coordina todo este bello y majestuoso conjunto.
Todo esto nos está indicado, de acuerdo con las leyes
universales, especialmente con aquella que nos dice: como es arriba es abajo y
como es abajo es arriba; Dios tiene muchos, muchísimos mensajeros y ayudantes
que lo asisten, tal como sucede en una gran empresa en nuestro mundo físico;
así mismo el gran jefe Dios tiene muchos colaboradores de diferentes grados, a
cargo de cada uno de los diferentes departamentos de la vida, los cuales a su
vez se reportan con sus superiores.
Todo ser que haya vivido o viva en la tierra y en cualquier
otro lugar del vasto universo y haya alcanzado la victoria de su ascensión como
lo logró el maestro Jesús, quien se convirtió en un maestro ascendido, y es un
gran ser de luz, un verdadero mensajero y colaborador del Padre Creador. Al
igual que él hay miles de ellos, algunos trabajan con humanidades en forma
grupal, otros individualmente o con naciones; con el reino elemental, la
naturaleza, los animales, vegetales y cada parte de vida; otros trabajan en la
hueste angelical, pero cada uno es un especialista en su campo de servicio.
Existe una gran jerarquía espiritual que siempre ha cuidado
y se ha esforzado en guiarnos por eones de tiempo, previniendo la destrucción a
nosotros mismos o a nuestro planeta. Esta gran jerarquía conocida como la
hermandad blanca, vivió en la tierra en cuerpos físicos, tal y como cualquiera
de nosotros: aunque también han vivido en alguna de las otras moradas del Padre
y alcanzaron un grado tal de comprensión y aplicación de las leyes que
gobiernan la vida, que lograron graduarse y pasar a una esfera de servicio más
adelantada. Sin embargo, ellos han retardado su evolución, cuando ya deberían
servir en esferas donde solo se conoce la belleza y la perfección y han
permanecido prisioneros de amor en el campo del planeta tierra para asistir a
la humanidad luchadora cuando se le invite a hacerlo, pues por ley cósmica no
pueden intervenir en el libre albedrío de ningún ser, sin importar su estado,
su raza ni su posición.
Algunos de estos seres ascendidos son muy conocidos por
nosotros y a través de las diferentes
religiones del mundo y otros muchos son desconocidos y sin reconocimiento
alguno por nuestra parte; sin embargo ellos al igual que los grandes iniciados
reconocidos por nosotros, lograron su ascensión uno por uno, tal como lo hizo
el maestro Jesús y al igual que él, se encuentran sirviendo hasta que cada ser
individualmente logre realizar lo mismo, y la tierra ya entrada en la nueva
era, se convierta en la santa estrella de la libertad.
Ahora bien, para comprender el verdadero significado de la
jerarquía espiritual debemos entender fundamentalmente:
1. Que la jerarquía representa en su totalidad un conjunto
de fuerzas o energías encaminadas en forma consciente al logro de la evolución
planetaria.
2. Estos seres ascendidos, a través de su energía, vinculan
la evolución de nuestro planeta y de todo cuando existe en él con la jerarquía
galáctica, ya que nuestra jerarquía es una réplica en menor escala de esas
grandes entidades autoconscientes que manejan y controlan al sol y que se
manifiestan a través de éste y de los planetas que componen nuestro sistema
solar.
3. Esta jerarquía tiene principalmente cuatro líneas de
acción en forma predominante, y son las siguientes:
3.1.
Proporcionar las condiciones adecuadas para desarrollar la autoconsciencia en
todos los seres, y llevarlos mediante el ejemplo en el servicio, en el
sacrificio, en la renunciación y por sus radiaciones de luz divina, a la
unificación de la triada superior con la inferior, por medio del poder
coercitivo del amor divino.
3.2. Desarrollar la consciencia en los reinos
inferiores, puesto que éstos poseen algún tipo de consciencia y la jerarquía
colabora en desarrollarlos hasta la perfección, mediante la acción de las
energías divinas proveyendo las condiciones correctas.
3.3. Transmitir la voluntad del logos
planetario a los seres de las evoluciones dévica, humana y angélica. Y a través
de él la del logos solar.
3.4. Dar
ejemplo a la humanidad, pues como sabemos, la jerarquía está compuesta por
quienes han triunfado sobre la materia y han llegado a la meta por el mismo
camino que todos los seres humanos seguimos: unos de manera muy lenta y otros
de manera más ligera.
Cuando el hombre en evolución logre comprender estos hechos
fundamentales y los establezca como verdades en la conciencia de la raza, podrá
esperar y presenciar el retorno del paraíso a la tierra como está pronosticado
en todas las escrituras del mundo y en todo credo. Será entonces cuando reine
el amor y la paz en los corazones de los hombres.
Cuando se habla de la jerarquía divina, el hombre común
siente interés en el tema y su curiosidad se despierta, mas no pasa de allí;
mas, aquellos que de la simple curiosidad pasan al deseo y buscan la verdad en
todo ello, obtendrán como fruto de sus esfuerzos, de su trabajo y de su es
estudio una mayor información.
Cada ser debe cerciorarse por sí mismo y descubrir dentro de
si lo que busca, teniendo siempre presente que el reino de Dios es interno; más
sin embargo no debe descartar esas muletas que le ayudarán a caminar y son
aquellos hechos que muchos conocen y han comprobado por sí mismos como grandes
verdades, las cuales cada ser podrá verificar o descartar, ya que aquel ser que
busca encontrará y por lo tanto tendrá oportunidad de comprobar o rechazar por
sí mismo todo conocimiento.
FUNDACIÓN DE LA JERARQUÍA
A mediados de la época Lemuriana, hace aproximadamente
dieciocho millones de años, ocurrió un gran acontecimiento: en dicha época, el
logos planetario del esquema terrestre, (uno de los siete espíritus ante el
trono) descendió a éste planeta físico denso, permaneciendo desde entonces con
nosotros y conociéndosele como el Anciano de los días y Señor del mundo.
Debido
a su gran vibración, y máxima pureza, no pudo adoptar un cuerpo físico denso
como el nuestro y por lo tanto, tuvo que actuar en cuerpo etérico.
Conjuntamente con el anciano de los días vino un grupo de
otras entidades altamente evolucionadas con el fin de construir puntos focales
de fuerza planetaria y ayudar en el plan para el desarrollo auto consciente de
toda vida sobre el planeta. Sus cargos han sido ocupados gradualmente por los
hijos de los hombres a medida que se han capacitado para ello, aunque hasta
ahora son muy pocos los que han logrado llegar a estos cargos en nuestra
inmediata humanidad terrestre; sin embargo, el numero de los que triunfan en
nuestra humanidad aumenta rápidamente y desempeñan los cargos subalternos del
grupo central de seis, quienes con el señor del mundo, constituyen el corazón
del esfuerzo jerárquico.
Los efectos de este magno acontecimiento cósmico fueron
grandiosos y aún hoy en día después de millones de años se notan. Entre los
efectos podemos citar entre otros los siguientes:
1. Al encontrarse el logos planetario en su propio plano de
actividad, se le permitió adoptar un método más directo a fin de lograr los
resultados que él deseaba para desarrollar su plan.
2. El logos y los seis espíritus de altísima evolución,
lograron un trabajo más seguro sobre el planeta y los seres que en él
habitamos.
3. Se estimuló extraordinariamente el proceso evolutivo por
su venida y por el método que empleó para distribuir las fuerzas o energías
divinas. Lo cual produjo en un breve ciclo lo que de otro modo hubiera sido
inconcebiblemente lento. Fue así como el hombre logró activar y estimular su
llama tripartita y avanzar con paso firme hacia la unificación con su triada
divina.
En la época Lemuriana, luego del gran descenso de la gran
jerarquía espiritual a la tierra, queda sistematizado el trabajo a realizar. Se
distribuyeron las funciones y los procesos evolutivos de todos los sectores de
la naturaleza quedaron bajo la sabia y consciente guía de esta hermandad
inicial, la cual fue el origen de la hermandad blanca. Esta jerarquía de luz
existe aún, y el trabajo prosigue en forma constante y amorosa.
Es así como a mediados del transcurso de la civilización
atlante, sobrevino un acontecimiento que hizo necesario un cambio e innovación
en el método jerárquico. Algunos de sus miembros fueron destinados a un trabajo
superior en otras partes del sistema solar, esto permitió el ingreso de un
numero elevado de seres altamente evolucionados; los miembros menores de la
jerarquía en ese momento fueron ascendidos originando vacantes en tales
puestos, los cuales fueron ocupados por miembros altamente capacitados mediante
servicio puro, amoroso y desinteresado, miembros de la humanidad terrestre y de
los diversos planetas de nuestros sistema solar.
La sede de esta jerarquía se encuentra ubicada en Shamballa,
un centro etérico en el desierto de Gobi, llamado en los libros antiguos isla
blanca: esta sede existe allí en materia etérica y cuando la visión etérica
aquí en la tierra logre ser desarrollada a cabalidad por la raza de los
hombres, se logrará conocer su ubicación y su realidad será aceptada.
CONFORMACIÓN DE LA JERARQUÍA
A la cabeza de todas las actividades, controlando cada
unidad, dirigiendo toda evolución, se halla el rey, el señor del mundo y
manantial de la voluntad del logos planetario (manifestándose como amor).
Cooperando con él y como sus consejeros, hay tres seres llamados PRATYEKA BUDAS
o Budas de actividad.
Estos cuatro seres encarnan la voluntad activa, el
amor-sabiduría y la inteligencia activa.
En torno al señor del mundo, pero separados y ocultos, hay
otros tres seres de gran evolución que complementan los siete de la
manifestación planetaria: su trabajo es incomprensible para nosotros. Los tres
budas esotéricos son la totalidad de la actividad o energía planetaria y los
tres budas exotéricos encarnan tipos de energía que no están en plena
manifestación en nuestro planeta. Cada uno de estos seis Budas es un reflejo y
un agente distribuidor de la energía y fuerza de cada uno de los otros seis
logos planetarios (es decir, de los otros seis planetas mayores de nuestro sistema
solar). En este esquema solo el logos planetario se sostiene y se basta a sí
mismo, ya que es la manifestación física de uno de los logos planetarios; a
través de cada uno de ellos pasa la fuerza vital de uno de los seis rayos o
tipos de energía, siendo el señor del mundo quien sintetiza y encarna el
perfecto séptimo rayo.
Además de estos seres de luz principales que presiden la
cámara del concilio de Shamballa, existe un grupo de cuatro seres de luz que
representan en el planeta los cuatro Maharajáes o los cuatro señores del karma
en el sistema solar, que se ocupan específicamente de la evolución humana en la
actualidad. Estos cuatro seres están relacionados con:
1. La distribución del karma o destino humano en lo que
afecta a los individuos y lógicamente por intermedio de los individuos a los
grupos a los cuales pertenecen.
2. El cuidado y clasificación de los archivos akásicos, son
conocidos en el mundo cristiano como los ángeles registradores.
3. La participación de los concilios solares, es decir: son
los representantes del logos planetario en lo que le concierne dentro del
esquema mayor y del cual él es sólo una parte.
Cooperando con los señores del karma hay grandes grupos de
iniciados y Dévas que se ocupan del correcto reajuste del karma mundial,
racial, nacional, grupal, familiar e individual; igualmente son los
responsables ante el logos planetario del correcto manejo de esas fuerzas.
Además, son los agentes constructores que traen a los egos de los distintos
rayos en el momento exacto.
Los otros miembros de la jerarquía se dividen en tres grupos
principales y cuatro subsidiarios; cada uno de estos grupos está regentado por
uno de los denominados tres grandes señores y son: El Manú de la raza, el
Bodhisattva y el Mahachoan.
El Manú preside el primer grupo, y es el encargado de
propiciar el tipo y las formas a través de las cuales la chispa divina se puede
manifestar y lograr evolucionar la conciencia.
El segundo grupo está presidido por el instructor del mundo,
quien dirige las conciencias inmanentes en su aspecto vida o espíritu, tratando
de energetizarlas dentro de la forma corporal para que ésta pueda ser
descartada a su debido tiempo y el espíritu ya liberado, pueda volver a su
origen divino.
El tercer grupo está encabezado por el Mahachoan: su trabajo
es fomentar y fortalecer la relación entre espíritu y materia, entre vida y
forma, entre el yo y el no-yo; el resultado de todo esto es lo que llamamos
civilización; Él maneja las fuerzas de la naturaleza y es en gran parte la
fuente emanante de la energía ya que es el reflejo vivo del tercer aspecto
creador. El departamento del Mahachoan está dividido en cuatro secciones que
abarcan los cuatro aspectos menores del gobierno jerárquico y corresponden a
los cuatro rayos menores.
Texto tomado de : http://www.cienciacosmica.net/news/jerarquias-espirituales/
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